domingo, 1 de febrero de 2009

BARCELONA Y SUS PATRIMONIOS INCÓMODOS (I)



La Plaza de toros Monumental de Barcelona es uno de los más claros ejemplos de incomodidad patrimonial de la ciudad.
Aunque la tradición taurina estuvo ligada a la ciudad desde siglos e incluso en épocas de gloria se llegaron a programar el 30% de los espectáculos taurinos del mundo, la ciudad es oficialmente antitaurina desde el año 2004 fecha en la que el Consejo Plenario del Ayuntamiento de Barcelona aprobó una declaración institucional declarándose contraria a las corridas de toros y a favor de los derechos de los animales.
Barcelona se convirtió así en la primera gran ciudad española que se declaraba antitaurina.

La tauromaquía en la ciudad actualmente está en una fase de total decadencia ,el número de corridas disminuyendo y el público asistente hoy en día se limita prácticamente a los turistas.
Un domingo cualquiera de temporada taurina más o menos de abril a septiembre pueden llegar a la Monumental más de 60 autocares portando unos 4.000 turistas. La mayor parte provienen de países de Europa del Este y japoneses.

Con una capacidad de 18.000 localidades, unas 13 corridas por temporada, y unos llenos que no llegan a las 4.000 entradas, la continuidad de la plaza estuvo en el aire durante una temporada, aunque por el momento continuan las corridas.